Farma

Los saborizantes juegan un papel clave en mejorar el sabor y la aceptabilidad de los medicamentos. Muchos fármacos poseen un sabor desagradable o amargo, lo que puede dificultar su administración y reducir la adherencia del paciente al tratamiento. Al añadir saborizantes, es posible enmascarar estos sabores indeseables, facilitando que el medicamento sea más fácil y agradable de consumir.

Entre los saborizantes más comunes se encuentran los aromas naturales y artificiales, los edulcorantes y el ácido cítrico.

En cuanto a los colorantes, se emplean en medicamentos por diversas razones. Ayudan a los pacientes a identificar y diferenciar un medicamento de otro. Además, los colorantes se utilizan frecuentemente para marcar comprimidos o cápsulas con el nombre o marca del fármaco, facilitando su reconocimiento. También contribuyen a hacer los medicamentos visualmente más atractivos y, en algunos casos, más fáciles de ingerir, especialmente para quienes tienen dificultades para tragar pastillas grandes o poco estéticas.